Tradicionalmente Inglaterra ha sido la cuna del servicio doméstico más cualificado.
“Españoles en el Mundo es una serie perversa de tve que anima al personal a abandonar su patria, a generar desarraigo familiar y dispersar el ADN hispano por el mundo”. Esto que les cuento, servidor lo ha oído de un tipo que se lo creía. Teoría de la conspiración en estado puro. Aunque cada vez hay más motivos para que esto ocurra.
Con lo poco que nos han dejado los bancos hay que salir a buscar las lentejas fuera de España: Enfermeras, aparejadores, empleados de la construcción, investigadores... No se salva nadie. Hoy por hoy ni el yerno del rey tiene el trabajo asegurado.
Dándole vueltas al tema he creído oportuno hacer esta reflexión. Si los ingleses, con lo aburridos que son, exportan al resto del mundo mayordomos cualificados. ¿Por qué los valencianos no podemos formar empleados del servicio doméstico tanto o más competentes? Crear una raza superior de asistentes personales, como en la Masía del Barça.
A nuestro favor, el Valenciano ya viene de fábrica full equip, es jovial, sabe hacer paellas, ofrece una conversación amena, es apasionado, le encanta conducir coches de alta gama. Todas esas cualidades encajan a la perfección en las demandas del cliente más exigente. El mismísimo Bernie Ecclestone se quedó prendado de una alquería/hotel con 18 habitaciones en Alboraya, este pobre hombre necesitará servicio. Se imaginan... paladines de nuestra gastronomía por el mundo, haciendo paellas como Dios manda, exportando la dieta mediterránea. ¿No éramos un país de servicios? Pues cualquier cosa antes que ser apadrinado o intervenido.